La Estimulación Auditiva Neurosensorial, puerta de la Comunicación y de la Conciencia
“El oído es la base del funcionamiento y puesta en marcha de la capacidad de la escucha. La escucha tiene un sustrato mecánico-auditivo con una base neurofisiológica. No es un acto únicamente voluntario”.
¿Qué es la escucha?
La escucha es la capacidad para poder utilizar el oído a nivel sensorial y motriz de una manera atenta, con el fin de aprender y comunicar, y sin que ello resulte perturbador a nivel emocional. La escucha permite integrar de manera objetiva la realidad desde la neutralidad emocional.
El oído sirve para algo más que oír. Oír no el mismo que escuchar. Oír es una sensación pasiva, involuntaria y no selectiva. En la escucha está la verdadera comunicación. Escuchar es la autentica percepción y esta es activa, voluntaria y selectiva. Escuchar es estar presente. Es una recepción. Sin escucha, no hay una correcta comprensión y posterior integración de los mensajes recibidos.
Las distorsiones de escucha
La escucha se ve perturbada cuando el cerebro no puede concentrarse en el mensaje auditivo para analizarlo e interpretarlo, y ya no puede gestionar de manera satisfactoria la emoción que este mensaje puede desencadenar.
La dimensión humana de la escucha es un proceso mecánico auditivo que puede ser rehabilitado y reeducado. Nuestros programas permiten el control y la restauración de las distorsiones de la escucha que las personas podemos padecer.
El único método posible y aceptado mundialmente para modificar la escucha humana, es el descrito y desarrollado por el Dr. Alfred A. Tomatis
“La escucha es el lazo de unión entre el hombre y su conciencia” Dr. Alfred A. Tomatis
El Método Tomatis® se basa en el oído y el sistema nervioso. En el oído teniendo en cuenta otras dimensiones auditivas, que no la propia audición. Oír es un acto pasivo, no voluntario y por supuesto no selectivo. Sin embargo, la capacidad que se tiene de escuchar es un acto selectivo, activo y voluntario. Esta dimensión auditiva supone, desde el punto de vista funcional auditivo, el buen funcionamiento de un pequeño complejo osteo-muscular que se halla ubicado en el oído medio y detrás del tímpano (el martillo, el yunque, el estribo y los dos músculos que le son propios).
Esta dimensión auditiva ha participado en el importante proceso de nuestra humanización. A través de la capacidad de escucha, podemos controlar nuestro lenguaje, tenemos controlada la coordinación en el equilibrio, accedemos a una correcta comunicación, prestamos atención, estamos presentes, y por ende habilitamos tanto la conciencia del ser como del entorno que nos rodea.
Yendo más allá de los aspectos puramente funcionales auditivos, encontramos en la categoría neurosensorial auditiva una proyección completísima de esta función en el Sistema Nervioso Central (S.N.C.), el cual responde ante un sonido oído de una manera, y de otra forma ante un sonido escuchado. Esto nos abre la puerta de acceso a características del S.N.C., como pueden ser la estimulación de la mielinización, la plasticidad sináptica y el refuerzo de los circuitos neurosensoriales ya establecidos en los dos integradores neurológicos, tanto el vestibular como el coclear.
Así que, según las investigaciones del Dr. Alfred A. Tomatis, rehabilitando y reforzando el mecanismo de la cadena osicular del oído medio, podemos obtener transformaciones en el lenguaje, en la estática y cinética, en la comunicación, en el acceso a nuestra conciencia y, por supuesto, inducir la estimulación del S.N.C. en algunas de sus áreas.
También cita el Dr. Alfred A. Tomatis la función extraordinaria de la célula auditiva o célula de Corti, que siendo una célula ciliada y poseyendo en su citoplasma gran cantidad de mitocondrias, será una fuente de energía a nivel cerebral.
La aplicación de estas investigaciones alcanza varios campos terapéuticos, desde el psicopedagógico hasta el neuropsiquiátrico. No podemos olvidar que cuando el ser humano pierde la capacidad de la escucha entra en un estado ansioso-depresivo y, a su vez, estas patologías tan frecuentes acarrean también la pérdida de esta facultad. Así pues, el tratamiento que nos propone el Dr. Alfred A. Tomatis será también un potente ansiolítico y antidepresivo.
Se utiliza el llamado “oído electrónico”, complejo electrónico provisto de dos canales con parámetros cambiantes que llevan a cabo una rehabilitación funcional de todo el proceso de la escucha.
Teniendo en cuenta que la emergencia externa del nervio neumogástrico o vago se encuentra en el tímpano, es lógico deducir que cuando el oído tenga una mala regulación timpánica la respuesta vagal se verá alterada. Esta condición anatómica-funcional del sistema nervioso autónomo nos describe gran parte de la llamada medicina psicosomática.
Por último, no debemos olvidar que el Dr. Alfred A. Tomatis fue un pionero en el estudio del bucle audio-fonatorio y de la lateralidad auditiva. Importante es el control oído derecho-hemisferio izquierdo-recurrente derecho para tener una correcta emisión de la voz, un lenguaje de buen nivel, un bonito timbre y una correcta afinación en el canto.