Escrito por Salomé Altimira Herce
La inteligencia del corazón es el título del artículo que Llorenç Guilera, profesor de psicología básica, evolutiva y de la educación en la UAB, ha publicado en el número 89 la revista Mente Sana. Según Guilera, “el corazón no es solo el motor de nuestro organismo, también emite señales electromagnéticas y produce hormonas que inciden directamente en el cerebro y afectan a nuestras emociones y nuestra forma de pensar”. No es la primera vez que este blog hablamos de la influencia del corazón en el cerebro, de cómo las emociones positivas sentidas desde el corazón influyen en el rendimiento y el bienestar personal, y que hemos definido como coherencia fisológica. En el artículo de Llorenç Guilera se ahonda más en este concepto, además de mencionar a la tecnología emWave como una herramienta para conseguir llegar a este estado de coherencia en el que los sistemas simpático y parasimpático trabajan en equilibrio y existe una armonía entre los sistemas circulatorio, digestivo, hormonal y neurológico.
“Los recientes descubrimientos de la neurocardiología han aportado nuevas y sorprendentes explicaciones científicas a esta consabida interrelación entre los pensamientos y las emociones, entre nuestro corazón y nuestro cerebro.” Según Guilera, la neurocardiología ha evidenciado que “el corazón actúa con cierta autonomía, que tiene su propia inteligencia y que manda en todo momento bio-informaciones al cerebro que afectan profundamente al funcionamiento del mismo.” También se ha demostrado que el corazón “produce la hormona FNA”, encargada de obtener el equilibrio general de las constantes vitales y sirve para ”inhibir la producción de la hormona del estrés y para liberar la oxitocina (la llamada “hormona del amor”).”
Por tanto, al evocar emociones negativas, como la frustración o la rabia, las señales del corazón son inestables y caóticas, mientras que emociones de amor, compasión o gratitud, transmiten señales estables y ordenadas. Es lo que conocemos como variabilidad de la frecuencia cardiaca caótica o estable, unidad de medida que utiliza la tecnología emWave para mostrar a tiempo real si la persona está o no en un estado de coherencia fisiológica.
“Si reducimos el estrés y entramos en un estado de mayor coherencia entre cerebro y corazón, viviremos com mayor salud y equilibrio personal, seremos más eficaces y más determinantes en nuestras relaciones interpersonales”, concluye Guilera en el artículo, una afirmación que hemos visto corroborada en los diferentes artículos que hemos publicado en este blog.
Artículo completo: La inteligencia del corazón