Posts Tagged ‘rendimiento’

La inteligencia del corazón

Lunes 27 mayo 2013 12:31
Escrito por Salomé Altimira Herce

La inteligencia del corazón es el título del artículo que Llorenç Guilera, profesor de psicología básica, evolutiva y de la educación en la UAB, ha publicado en el número 89 la revista Mente Sana. Según Guilera, “el corazón no es solo el motor de nuestro organismo, también emite señales electromagnéticas y produce hormonas que inciden directamente en el cerebro y afectan a nuestras emociones y nuestra forma de pensar”. No es la primera vez que este blog hablamos de la influencia del corazón en el cerebro, de cómo las emociones positivas sentidas desde el corazón influyen en el rendimiento y el bienestar personal, y que hemos definido como coherencia fisológica. En el artículo de Llorenç Guilera se ahonda más en este concepto, además de mencionar a la tecnología emWave como una herramienta para conseguir llegar a este estado de coherencia en el que los sistemas simpático y parasimpático trabajan en equilibrio y existe una armonía entre los sistemas circulatorio, digestivo, hormonal y neurológico.

“Los recientes descubrimientos de la neurocardiología han aportado nuevas y sorprendentes explicaciones científicas a esta consabida interrelación entre los pensamientos y las emociones, entre nuestro corazón y nuestro cerebro.”  Según Guilera, la neurocardiología ha evidenciado que “el corazón actúa con cierta autonomía, que tiene su propia inteligencia y que manda en todo momento bio-informaciones al cerebro que afectan profundamente al funcionamiento del mismo.” También se ha demostrado que el corazón “produce la hormona FNA”, encargada de obtener el equilibrio general de las constantes vitales y sirve para ”inhibir la producción de la hormona del estrés y para liberar la oxitocina (la llamada “hormona del amor”).”

Por tanto, al evocar emociones negativas, como la frustración o la rabia, las señales del corazón son inestables y caóticas, mientras que emociones de amor, compasión o gratitud, transmiten señales estables y ordenadas. Es lo que conocemos como variabilidad de la frecuencia cardiaca caótica o estable, unidad de medida que utiliza la tecnología emWave para mostrar a tiempo real si la persona está o no en un estado de coherencia fisiológica.

“Si reducimos el estrés y entramos en un estado de mayor coherencia entre cerebro y corazón, viviremos com mayor salud y equilibrio personal, seremos más eficaces y más determinantes en nuestras relaciones interpersonales”, concluye Guilera en el artículo, una afirmación que hemos visto corroborada en los diferentes artículos que hemos publicado en este blog.

Artículo completo: La inteligencia del corazón

Educar en las emociones desde la infancia, la clave del bienestar en un futuro

Jueves 19 enero 2012 12:40
Escrito por Salomé Altimira Herce

Los adultos empezamos ya a ser conscientes de la importancia que tienen las emociones en nuestro desarrollo personal, bienestar y rendimiento físico y mental, y del papel que las emociones juegan en nuestra vida diaria, así como del valor añadido que es saber autogestionarlas para obtener lo mejor de nosotros mismos. Pero en este campo, es prioritario y a la vez urgente ir más allá y apostar por educar en las emociones desde la infancia, no sólo para que nuestras futuras generaciones gocen de un mayor bienestar, sino también para empezar a construir una sociedad mucho más autoconsciente, equilibrada y, por qué no, más feliz. Si nos preocupamos por su educación escolar, ¿por qué no podemos hacerlo por su educación emocional, si además de ella depende un buen rendimiento académico?

Uno de nuestros referentes, Daniel Goleman, se muestra contundente en este aspecto, afirmando que “a lo largo de la vida resultan esenciales una mayor autoconciencia, una mayor capacidad para dominar las emociones perturbadoras, una mayor sensibilidad frente a las emociones de las demás y una mejor habilidad interpersonal. Pero los cimientos de estas aptitudes se construyen en la infancia”. Los padres debemos ser guías y a la vez coestudiantes en el camino de aprendizaje emocional de los niños y proporcionarles la preparación interior necesaria para enfrentarse a los desafíos y a las oportunidades de la vida.

Linda Lantieri describe en su libro Inteligencia emocional infantil y juvenil las habilidades a desarrollar desde la infancia, con los padres como guías:
-Autoconciencia: enseñar a los pequeños a identificar los pensamientos y sentimientos y notar cómo influyen en las decisiones y las acciones.
-Autoconciencia social: identificar y comprender los pensamientos y los sentimientos de los demás desarrollando empatía y adaptándose al punto de vista de otros.
-Autogestión: dominar las emociones para que faciliten la tarea que se está realizando y no interfieran en ella, y hacer frente a los obstáculos que puedan aparecer.
-Toma de decisiones responsable: generar, ejecutar y evaluar soluciones positivas e informadas a los problemas y considerar las consecuencias a largo plazo de las acciones para uno mismo y para los demás.
-Habilidades interpersonales: expresar rechazo a las presiones negativas de compañeros y trabajar para resolver conflictos con el objetivo de mantener unas relaciones sanas y gratificantes con el resto del grupo.

Pero, ¿cómo pueden conseguir estas habilidades? Aprendiendo a reconocer sus emociones y cómo cambia su estado emocional ante situaciones concretas. El autoconocimiento de sus reacciones provocará que el niño, cuando se sienta invadido por emociones negativas, sepa reconocerlas previamente y tener herramientas que le permitan reaccionar ante éstas: ya sea mediante la respiración profunda, la evocación de imágenes positivas para crear nuevos anclajes en el cerebro, técnicas de relajación… Todas ellas, pero, deben basarse en la experiencia directa, es decir, si optamos por técnicas de relajación, el niño debe experimentar cómo la tranquilidad afecta a su cuerpo y a sus sentidos.

Ayudar a los niños a conocer y dominar sus emociones es una inversión de futuro. Lantieri afirma que los niños y jóvenes que poseen estas habilidades sociales y emocionales “son más felices, tienen más confianza en si mismos y son más competentes como estudiantes, miembros familiares, amigos y trabajadores”.  Si esto es cierto, el trabajo previo de educación emocional, vale la pena.

Lectura recomendada: Inteligencia emocional y juvenil, de Linda Lantieri.

Transcripción de la entrevista a Linda Lantieri, por Eduard Punset

A3: Actitud + Aptitud + Acción

Viernes 4 marzo 2011 11:41
Escrito por Rosó Marcellés Doménech



Como decíamos en un post anterior, el ser humano es un ser integral, un todo, cuyo cerebro no sabe discernir entre las diferentes parcelas de su vida, aunque estemos convencidos de que ello es posible. De nada sirve pensar que los problemas personales no se trasladan al ámbito profesional, o que los problemas profesionales se quedan en la oficina. ¡No es cierto! De nada sirve someterse a situaciones de relajación durante el fin de semana, si volvemos a una misma dinámica el lunes. De nada sirve realizar largas jornadas de formación en la empresa, o duros entrenamientos deportivos, o pasar horas y horas estudiando, si los efectos se desvanecen al cabo de 15 días.

Pero, ¿dónde están la clave del óptimo rendimiento y la eficiencia y eficacia personal, académica o profesional de manera permanente? El secreto está en la suma de tener las APTITUDES + ACTITUDES + PASAR A LA ACCIÓN (A3).

La actitud, entendida como la predisposición positiva para llevar a cabo o conseguir algo, es clave, pero no basta. ¡Podemos querer y no poder! Podemos tener la actitud correcta, pero debemos de tener aptitudes innatas a nivel neurofisiológico y aptitudes adquiridas a través de un aprendizaje intenso y anclado como nueva red neuronal, que permitan al ser humano llevar a la acción todo su potencial y que éste se mantenga de manera permanente.

El miedo, la ansiedad, el cansancio y el estrés sin autoconsciencia ni autogestión afectan a nuestra fisiología provocando una inhabilitación neurofuncional de APTITUDES innatas, como la pérdida de la capacidad de la escucha o la Coherencia fisiológica, por ejemplo, y APTITUDES adquiridas, como bloqueos y pérdida de habilidades y talento que acaban incidiendo en nuestro rendimiento, eficacia y bienestar personal. Estas “inaptitudes”, de forma sostenida, conducen a la apatía y al bloqueo de nuestras funciones cognitivas ejecutivas básicas: disminuye la concentración, la capacidad de comunicación, la creatividad, la toma de decisiones correcta sin indecisión, el autocontrol emocional y, en consecuencia, nuestro rendimiento personal, profesional o académico y, evidentemente, a largo plazo, nuestra salud física.

Lectura recomendada: “Madera de Líder”, de Mario Alonso Puig

Y la próxima semana… “La inteligencia emocional”

Pensar, sentir y actuar: tres conceptos, tres cerebros

Viernes 11 febrero 2011 16:14
Escrito por Salomé Altimira Herce

El neurólogo Antonio Damásio, profesor de Neurociencia, Neurologia y Psicologia de la Universidad de Southern California donde dirige el Instituto del Cerebro y la Creatividad, dice que las emociones se representan en el teatro del cuerpo, mientras que los sentimientos se representan en el teatro de la mente. Podríamos decir que las emociones son físicas y públicas, mientras que los sentimientos son mentales y privados. Aunque las emociones, los sentimientos y los pensamientos son tres conceptos distintos en su significado, comparten el bucle del cerebro-cuerpo-cerebro y el equilibrio entre los tres, pensar, sentir y actuar en una misma dirección, es la base del bienestar y el rendimiento. Pero vayamos por pasos, ¿qué es un pensamiento? Y ¿un sentimiento?, Y ¿una emoción? Y ¿cómo afectan estos conceptos a nuestro bienestar y rendimiento?

Los pensamientos son el mapa mental aprendido a través de la experiencia por asociación; las emociones son los cambios físicos y bioquímicos corporales desencadenados a través de los pensamientos; y los sentimientos son la percepción y la experimentación de estos cambios corporales. El bucle entre estos tres conceptos se produce en el cerebro, que genera una serie de cambios neurofisiológicos en el cuerpo. Estos cambios son detectados por los sensores corporales y la información llega al cerebro. Es entonces cuando, junto con los pensamientos asociados,  se generan los sentimientos correspondientes a la emoción.

Las emociones alteran el ritmo cardíaco y respiratorio, la presión arterial, el sistema endocrino y el sistema inmunológico, entre otros. Todos estos cambios afectan a nuestro bienestar físico, emocional y mental e influyen en nuestro rendimiento. Tener autoconciencia de las consecuencias que los pensamientos, las emociones y los sentimientos desencadenan en nuestra persona y saber autocontrolar y gestionar estas consecuencias es la clave para gozar de un bienestar íntegro que repercuta positivamente en nuestro rendimiento. El cerebro, más bien, los tres cerebros de que disponemos, tiene mucho que ver en este proceso. La semana que viene conoceremos un poco más qué función realiza cada uno de nuestros cerebros y cómo influye en nuestros pensamientos, emociones y sentimientos.

Lectura recomendada: El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano de Antonio Dámasio

Y la próxima semana… “Los tres cerebros”

Bienvenidos y bienvenidas a este nuevo espacio

Jueves 20 enero 2011 13:46
Escrito por Rosó Marcellés Doménech
La unión hace la fuerza

A mayor bienestar, mejor rendimiento

¿Qué entendemos por bienestar? ¿Y que entendemos por rendimiento y eficacia? ¿Qué relación tiene el bienestar con el rendimiento y la eficacia personal, profesional o académica? ¿Cómo podemos conseguirlo?  Son algunas de las preguntas a las que intentaremos dar repuesta desde este nuevo espacio que hemos puesto en marcha con el deseo que se convierta en un foro no sólo de conocimiento y aprendizaje, sino también de debate.

Desde este blog deseamos poner un granito de arena en educar en el bienestar y la optimización del rendimiento introduciendo ítems relacionados con estos conceptos. Así, hablaremos del ser humano como ser integral; de los pensamientos, los sentimientos y las emociones; de la importancia de conocer nuestro cerebro y sus partes para sacar el máximo provecho de él; de inteligencia emocional y rendimiento; de autoconciencia y autocontrol emocional como pilares del autoliderazgo; de la importancia de la escucha mas allá de una actitud; de la coherencia y la construcción de resiliencia; de herramientas prácticas y objetivas para alcanzar el bienestar, el rendimiento y la eficacia… y de un largo etcétera que estamos seguras que os pueden ayudar a conocer un poco más y a profundizar en aspectos vitales que condicionan profundamente nuestro día a día personal, profesional, académico y familiar.

Los primeros posts, a modo de introducción, serán genéricos y conceptuales para los menos familiarizados con la terminología, para entrar posteriormente y de manera gradual en la profundización del bienestar y el rendimiento en los ámbitos de las organizaciones empresariales, la educación el deporte y el mundo clínico.
Cada post tiene como objetivo ser una prolongación del anterior y un previo del posterior, a modo de capítulo.

También comentaremos artículos publicados en periódicos y revistas, y estudios realizados, mostraremos vídeos y recomendaremos libros relacionados con el tema tratado. La finalidad es mantener vuestro interés y que semana tras semana leáis y comentáis los posts. ¡Deseamos que os agrade y que podamos contar con vuestra colaboración!

Y la próxima semana… “El ser humano, un ser integral”