Escrito por Rosó Marcellés Doménech
Dice Antonio Damasio que “ignorar las emociones, en cualquier tipo de organización, es cometer un error”. Así de contundente se muestra este neurólogo experto en neurociencia y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2005 en una entrevista en la revista Executive Excellence. Para Damasio, la importancia de las emociones en una organización es considerable, aunque puede que ésta sea más oculta que el balance de pérdidas y ganancias. Si bien las emociones bien gestionadas no aportan beneficios económicos tangibles a corto plazo, sí que pueden significar “beneficios respecto de la imagen, conocimientos y otros aspectos fundamentales de la organización a medio y largo plazo”.
Damasio se muestra igual de contundente al afirmar que “la emoción precede a la razón” y que las personas aprendemos conjunta y automáticamente de los hechos y de la señal emocional que aparece al mismo tiempo y que termina provocando un sentimiento que proviene de esa emoción. De la relación entre los pensamientos, los sentimientos y las emociones, del bucle cerebro-cuerpo-cerebro y del equilibrio entre los tres (pensar, sentir y actuar en una misma dirección), hablábamos en un post anterior, considerando este equilibrio como la base del bienestar y el rendimiento. Damasio reafirma su postura sobre la importancia de las emociones y de la conexión de éstas con la razón, porque aunque la emoción precede a la razón, según este prestigioso neurólogo, tenemos que aprender a entender los hechos y las emociones para usarlas correctamente. “No hay que eliminarlas, sino utilizarlas de la forma más positiva para nosotros. De hecho, siempre estamos aprendiendo de nuevas conexiones, hechos y emociones”, apunta Damasio.
Este aprendizaje y conocimiento constante de nuestra parte emocional y de nuestra parte más racional, debe ayudarnos a ser capaces de diferenciar las emociones positivas de las negativas; las emociones que nos proporcionan “creatividad y energía, de las emociones improductivas que nos conducen a reacciones de pánico”. De ahí la importancia del autoconocimiento como base primordial de nuestro bienestar personal y, por consiguiente, de nuestro rendimiento profesional.
Lectura recomendada: Entrevista a Antonio Damasio en Executive Excellence